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lunes, 1 de marzo de 2010

¿Te gustan los cuentos? A ver éste, ¿qué te parece?

CAPERUCITA AL RESCATE

Cansada de los engaños del lobo y de esperar a que el cazador la salvara Caperucita cogió su maleta y decidió cambiar de vida.

El bosque era aburrido y ella quería acción, así que se fue a recorrer los diferentes cuentos de los que tanto había oído hablar. ¡Ese había su sueño toda la vida! así que emprendió viaje hasta el cuento más cercano: Cenicienta.

Estaba encantada en aquel país y muy contenta con su decisión, hasta que llegó a casa de Cenicienta por casualidad. Indignada con el trato recibido por su madrastra y sus hermanastras la invitó a marcharse con ella. Así, Cenicienta, dejó de ser maltratada y explotada y se marchó en busca de aventuras.

Juntas viajaron hasta el siguiente cuento: Rapunzel. Aquel país era maravilloso y estaban encantadas con su libertad. Dando un hermoso paseo llegaron a una torre solitaria, sin puerta ni entrada alguna y, cuando la estaban contemplando, vieron a una niña bajar por lo que parecía una larga trenza rubia…

Al acercarse a ellas la niña les contó que se llamaba Rapunzel y que se había cortado el pelo para escapar de una malvada bruja, y no estaba dispuesta a esperar a que un príncipe se decidiera a salvarla.

Así fue como se unió al grupo de heroínas viajeras. Decidieron entre las tres viajar al cuento de Blancanieves que no quedaba muy lejos de allí.

Cuando iban por un precioso bosque admirando plantas y animales oyeron una voz que decía:

-¡No aguanto más!, ¡todo el día trabajando en la casa sin parar y estos enanitos ensuciándolo todo sin valorar nada mi trabajo y sin colaborar! ¡Me voy! ¡Ahí os quedáis a ver si aprendéis! tras lo cual se oyó un portazo y de una casita pequeñita salió una niña morena y de tez blanca bastante enfadada.

Al ver al grupo de chicas se presentó:
-Me llamo Blancanieves
Y no dudó un momento en marcharse con ellas a recorrer mundo.

Cada vez recorrían más y más cuentos y el grupo crecía con cada visita que hacían, pasándolo cada vez mejor.

Y así fue como la valentía de Caperucita por tomar las riendas de su vida, se fue haciendo contagiosa por el país de los cuentos y cada vez había más personajes felices e independientes que decidían por sí mismas su destino.

Y colorín colorado a todas las caperucitas del mundo que andáis por ahí este cuento va dedicado.

-Texto: Marta Díaz y Coque Fernández
-Ilustración: Naia Fernández Díaz (Clase de la fresa)
Publicado por Colegio Zorrilla en 21:21 3 comentarios

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